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lunes, 18 de septiembre de 2017

Por el Camino del Pantano

Buenos dias, lectores...
¿ Estáis ahí o  ya os habeis ido?
Si os fuisteis   lo entiendo porque tengo el blog abandonado. De hecho , desde el ocho de enero  no he vuelto a escribir.
¿Desgana o escasez de temas?.
Un poco de todo.
 Pero  me propongo recuperar  esta afición y seguir publicando  no sólo porque  todavia quedan algunos que  me leen, sino por tratarlo como un diario personal , que deje constancia de deje constancia de pensamientos, aficiones, intereses  o deseos.
 No sé cuanto tiempo me durará esta intención porque con la edad me estoy volviendo voluble y antojadizo (un poco más), pero  por ahora reabro este blog con una entrada que refleja una  afición: el senderismo.

Generalmente  las actividades senderistas las escribo en el Blog del Grupo Senderista Palmeño, que después de 17 años de pertenencia sigo considerando mio, aunque  últimamente  observo con sorpresa cierta peligrosa deriva  a la  apatía  y el amuermamiento. Pareciera que se esta reconvirtiendo de senderista a  "paseador" (dicho sea desde el cariño).

El hecho es que ayer, que no hubo actividad  del GSP, invité a que me acompañara quien quisiera, a hacer por nuestra cuenta un sendero bien sencillo y cercano: el  del Bembezar, desde la Presa de derivación  hasta las buitreras y volver por el mismo camino: total 12 km muy sencillos... pero lo hice  yo solo, bueno  solo, solo no, que mi amiga Dulce Pontes fue  la primera parte del camino cantándome fados al oído.

Comenzamos a andar, Dulce, mis pensamientos y yo a eso de las 8:30  con una temperatura más bien fresquita, 11 graditos en la sierra  que animan a caminar  rapidito, pero sin dejar de  disfrutar de la luz que poco a poco va ganando terreno a  las sombras, del vaho que  levanta del pantano en  tonalidades ligeramente azules, del brillo  y la limpieza de sus aguas, que salen con furia   del aliviadero...de la vida que renace. 
Y el olor!!. A tomillo, juncia, jara ya seca e hinojos que flanquean el camino .

El sendero está razonablemente bien  señalizado,
pero con equivocos y abierto (¿?) si bien  la bendita Consejeria de Medio Ambiente ha colocado  dos  verjas cerradas con candado y algún que otro  obstáculo  pedestre, que obligan a sortear e ignorar.

De pronto Dulce enmudeció a la altura del sumergido puente de los Ángeles, lo que me permitió que  disfrutara además del silencio, solo interrumpido  por  el sonido de los pájaros que poco a poco despertaban.

Asi, pasito a pasito, y sin nadie que turbara mis pasos y mi silencio, llegué frente al ruinoso  monasterio de Los Angeles, antiguo seminario diocesano con un enclave  magnifico que dormita  al sol, esperando  que alguien haga una buena oferta  al obispado.

Y continúo,  con el camino cada vez más  complicado por  los numerosos corrimientos  de tierra y piedras y una nueva verja que igualmente sorteo hasta llegar en absoluto silencio a las buitreras, donde hago una larga parada para contemplar el vuelo majestuoso  de los pocos buitres que  han madrugado en esta mañana de domingo.

Y desde aqui , siendo solo las 10 de la mañana, me vuelvo sobre mis pasos para estar  en el punto de inicio   solo a dos  horas  y media  del comienzo, habiendo disfrutado de la mañana, del camino y del silencio...

Tengo que reconocer,  para terminar, que en cierto modo me alegro de que mis compañeros de otros senderos se hayan quedado en la cama...