Con motivo de nuestra estancia, muy satisfactoria, por cierto, en el Balneario de Ledesma, hemos aprovechado para visitar las ciudades más emblemáticas de esta bellísima provincia cargada de historia.
La primera visita ha sido la villa de Ledesma y sus alrededores que con sus escasos 1600 habitantes es un libro abierto de historia. Su recinto amurallado en el que sobreviven dos de sus antiguas 8 puertas, reúne historias y acontecimientos que han quedado cincelados en sus piedras berroqueñas.
En una tarde fría y lluviosa del 17 de octubre de 2024, recalamos en la mismísima Plaza Mayor, a los pies de la Iglesia Mayor de Santa María, que mezcla estilos románico del siglo XII hasta el gótico primario que hace que sus muros se eleven al cielo sin perder la humildad del medio punto.
La Plaza Mayor alberga, como no, el Ayuntamiento en un antiguo palacete y a su derecha el Palacio de D. Beltrán de la Cueva, curioso personaje este que nacido en Úbeda, medró hasta obtener el condado de Ledesma y dicen las malas lenguas o crónicas de la época que fue padre "putativo" de la Infanta Isabel, sobrina de la temible Isabel la (nada Católica, y por ello apodada "La Beltraneja".
Saliendo por el Arco de D. Beltrán llegamos a la Plaza de la Alhóndiga y Mirador del rio Tormes, histórico y caudaloso rio a la par que muy reconocido en literatura, que vierte sus aguas en el Duero y que en esta villa dispone de dos puentes, el moderno del SXVIII y el medieval del SXIII, perfectamente conservado.
Visitamos el exterior del Hospital de San José, la encantadora Iglesia románica de Santa Elena y la exquisita Iglesia también románica de San Miguel reconvertida inteligentemente en centro de Interpretación de BLETISA.
El Puente Mocho
A 4 km de Ledesma se encuentra el importante y reconocido Puente Mocho, al que solo se puede acceder caminando por un antiguo camino medieval que cruza una bella dehesa, levantado sobre la más antigua vía romana "mirobrigense" que es una derivación de la ruta de la plata desde Ledesma (Bletisa) a Ciudad Rodrigo (Miróbriga). Se accede al puente a través de una cancela y una muy bien conservada vía. El puente, de 5 ojos, consta de una base romana, de la época de Marco Aurelio ( SII ) y sobre ésta una terminación medieval . Realmente, merece la pena ir andando hasta allí, para contemplar esta belleza!.
Juzbado
A tan sólo 4 kilómetros del Balneario de Ledesma, localizamos Juzbado, una pequeña aldea que con sus apenas 190 habitantes, posee una encantadora iglesia románica, el museo y mirador de la falla geológica y algo absolutamente destacable: poesía escrita en cada muro, pintura mural repartida por todo el pueblo e incluso en las papeleras... y la tónica general que observaremos en nuestras visitas: Pocos vecinos por las calles!.
Tres días mas tarde, volvimos a Juzbado, caminando por el "Camino Viejo del Tormes". un sendero circular de ocho kilómetros entre el Balneario y la aldea, que discurre por extensísimas dehesas, para apreciar, ya la cercanía de la aldea, los preciosos murales expuestos en fachadas y establos.
El Jardín Encantado.
En dirección a Salamanca, en la aldea de Almenara del Tormes, existe un centro-cooperativa de interpretación de la naturaleza que a orillas del Tormes ha levantado con los años un bosque que tuvimos ocasión de "colarnos" ( porque la visita guiada y pagada es los fines de semana) entre la ligera llovizna y niebla mañanera que daba un toque aún más encantador a este entorno con profusión de arboleda, zonas boscosas, aguas pantanosas, patos... y pequeñas esculturas disimuladas entre los arboles. Muy digno de ser visitado!
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