O estás conmigo o estás contra mí. Un aspecto distinto de la venida del Papa

Conste ante todo que en materia de religión , por mi pasado salesiano y por haberlo vivido así en el seno de mi familia, tengo mi cabeza repleta de sentimientos encontrados: Por una parte me declaro católico creyente, pero no practicante y por supuesto lejano a la Iglesia jerarquizada y antidemocrática, y por otro lado soy un socialista convencido (aclaro que ser socialista no es ser sociata del psoe) que ama la libertad por encima de todo.

Por supuesto que estoy en contra de la venida del Papa y son muchos los argumentos que se han esgrimido para ello y no los voy a repetir ahora. Pero desde mi punto de vista se están sacando las cosas de quicio, y me demuestra que no hemos aprendido nada:

Me explico:

Sin duda que el Papa como líder religioso sigue teniendo un alto poder de convocatoria, perfectamente orquestado y planificado desde hacía dos años. También ha mostrado tener un altísimo poder de convocatoria los sms y redes sociales para conseguir convocar tantos contrarios a la venida del papa en la manifestación de antes de ayer.

Sin duda que se le deben los honores y el respeto de un Jefe de Estado, por cierto el único Estado de Europa en el que no hay democracia o en el que la mujer no tiene igualdad ni siquiera de derecho (Además del índice de natalidad más bajo), pero cuando ha venido algún otro jefe de estado, y seguro más importante o prometedor para los intereses de España, a lo sumo se han cortado algunas calles y se han repartido banderitas pero no la parafernalia que se ha organizado.

Sin duda que la venida del Papa ha significado una provocación a un País supuestamente laico y que ha tomado decisiones sociales apartadas de los intereses de la Iglesia, pero también es una provocación manifestarse en contra en el mismo dia y por las mismas calles, trampa tejida por el gobierno socialista en la que han caído los “contras”.

Sin duda que esos 62 millones que ha costado no suponen un gasto sino una inversión… para algunos y mientras tanto el Cuerno de África se muere de hambruna. ¿Por qué la Iglesia no ha invertido allí en vez de presumir de lujo, ritual y boato?

…

Pero lo que me preocupa es que seguimos siendo dos Españas: O eres rojo o eres azul (1), o eres fascista o demócrata, o eres religioso o eres ateo, o eres del Madrid o del Barça, o estás con el Papa y lo vitoreas vestido de un cursi blanco y amarillo, o estás en contra y le deseas todo tipo de mal…Todo es blanco o negro sin tener en cuenta la amplia gama de grises, o el inacabable expectro de colores.

O estás conmigo o estás contra mi:

Somos capaces de expresar nuestra opinión, con el ánimo de convencer al contrario para que la adopte, por las buenas o por las malas, a sabiendas de que no lo vamos a conseguir, y quizás no nos interesa conseguirlo, porque lo que de verdad nos interesa es el enfrentamiento.

Qué pena: En 75 años, tras una guerra no hemos avanzado nada. Libertad, respeto, diálogo… palabras vacías, lo que nos gusta en realidad es la confrontación.

Creo , después de pensarlo fríamente, que el Papa tiene todo el derecho a la convocatoria de las Jornadas de la Juventud, y a que sus seguidores lo vitoreen, son libres para ello, y la misma libertad tenemos aquellos que estamos en contra de expresar nuestra oposición, pero respetando las posiciones contrarias.

Muchas cosas ha hecho mal este gobierno socialista, pero para mi la peor de todas es que no ha sabido educar las nuevas generaciones en la libertad y el respeto al contrario. Muchas y graves cosas ha hecho la Iglesia de Roma a lo largo de la historia, pero la peor de todas es la de predicar el respeto, la compasión, la humildad, y otras cuatro virtudes teologales más como pasaporte del supuesto reino de los cielos para el pobre, pero quedarse para sí mismos con todos los pecados capitales.

Tanto hablar de democracia para darnos cuenta de que olvidamos lo esencial de ella: RESPETO.


(1) La definición de colores siempre ha estado sobrecargada de contenido semántico, pero las propias palabras cambian su sentido con los años: Fíjense si no que cuando hace 75 años el Frente Popular era rojo, ahora los populares son azules. Puñetera manía de definirnos y clasificarnos por colores..