En la Administración Publica (*) y en las grandes Empresas esta de moda la política de calidad y sus respectivas certificaciones. a los directivos y mandos intermedios nos han enseñado a planificar, a crear gestión de equipos, a describir procesos y procedimientos, a establecer indicadores, feed back, tormentas de ideas, ...
Concretamente la máxima sobre la que giran los procesos de calidad es de que todo proceso requiere de etapas de plantificación, ejecución y revisión y control.
Mentira, todo mentira. todo es un sinsentido importado de estados Unidos y de la que muchos vividores están llenandose el bolsillo. En España no vale esto de los procesos, la plantificación y otras zarandajas, AQUÍ IMPROVISAMOS. y nos va muy bien. Me acuerdo ahora de aquellos dos amigos que se encuentran en el infierno y se saludan y uno le pregunta a otro:
--que pasa Manue? como te va?. fatal Rafae. me ha tocado en el infierno alemán y allí todo es plantificación, calidad y puntualidad: todos los días a las 11, 45 llega un ángel impuluto con un cubo lleno de mierda y me lo hecha por la cabeza... y me da un asco..., y tu?
-- Yo encantado de la vida, me ha tocado en el infierno español y allí lo mismo un ángel con muchos lamparones viene con un cubo de mierda a echármelo por la cabeza, pero nunca se sabe la hora, cuando hay ángel no hay cubo, cuando hay cubo y ángel no hay mierda... o sea que estoy en la gloria.
Estamos acostumbrados a improvisar, y la cultura de la planificación no parece que vaya con nosotros y para demostrarlo voy a contaros un problemilla que me aconteció en la playa:
Sábado 27 de agosto, ultimo día de vacaciones, salgo por la mañana muy tempranito a andar con un amigo y sin darme cuenta me dejo la llave del coche DENTRO DEL MALETERO. Sin inmutarme le digo a mi amigo que nos vamos a andar y a la vuelta lo solucionamos. de camino Planifico mentalmente los pasos que debo dar:
Primero veamos si el seguro puede darme una solución, sino, buscar la casa oficial por si hubiera guardia, y si no hay guardia , el objetivo es abrir el coche y poder irme, así que hay que buscar un cristalero de guardia, que me recomiende cual es el cristal que debo romper para llegar al botón de desbloqueo, y así habré conseguido la ansiada llave.
FACIL!!(sobre el papel)
Pero la realidad fue otra:
1.- Voy a llamar al seguro, ¿Pero cómo si los papeles están DENTRO del coche?. hay que agudizar el ingenio y para eso esta el 11888.
Pero el seguro no se hace cargo de este incidente, aunque sí me paga el cristal roto, pero me tengo que buscar la vida.
a todo esto yo tranquilo...
2.- Vamos a probar a ver si la Casa oficial tiene algún servicio de guardia... NI FLORES.
pero yo sigo tranquilo.
3.- Vamos a ver si hay un cristalero de guardia por los alrededores.. y EUREKA, hay uno a menos de 20 km.
Otra media hora para encontrar el teléfono y lo llamamos y le preguntamos que ellos tienen algún sistema de hacer un agujerito en el cristal como en las películas del 007 para llegar a abrir una puerta a lo que la respuesta no sin cierta sorna no se hizo esperar:
--"Caballero, nosotros reparamos cristales rotos, no los rompemos"
--{Nano, metete la lengua en el culete que l`as cagao]
--Bueno, y digame que cristal tiene de mi coche en stock ( que bien he quedado), para romper sobre seguro
--Puede romper el que quiera porque se lo va a pagar el seguro, pero tener no tengo ninguno en el
almacén, así que le tengo que poner un plástico duro y encargarle el cristal que se lo puedo poner el martes.
-- Pero si me voy hoy!!!.
-- bueno, bueno, vd mismo
... y yo ya no estaba tan tranquilo....
Mi amiguete Rafa me aconseja con buen criterio que nos busquemos una gavilla larga para romper el cristalito de la puerta trasera y llegar con ella a la puerta del conductor y así desbloquear las puertas.
Lo de la gavilla no estaba planificado. esto es una improvisación , pero probemos:
También me averigüe un tocho de acero para romper el cristalito y me pongo a ello... y estaba mas duro que los cuernos de un señorito, montones de porrazos y el cristal que no se rompía, y a todo esto, el coche que estaba aparcado en un acceso a la playa, comenzo a llamar la atención de la gente que se arremolinaba a mi alrededor, como si fuera n chorizo y mientras El rafalito echando leña al fuero: ¡Este tío esta loco! ¡ tened cuidado que se le ha ido la olla!
Por fin se rompió, y pude meter la mano y alcanzar la manilla de la puerta, y ni flores, introduzcamos la gavilla,,, y ni flores.Cuando lo planificado falla, en la ejecución hay que tomar iniciativas a través Ahora hay que romper el cristal del conductor!!. misma operación, porro en mano y golpea que te golpea y mientras Rafa sigue chillando y mesándose los cabellos a mi alrededor ¡que este tío esta loco! que quiere romper el coche!, y claro yo le seguí la corriente y puse cara de loco
--¡este tío me lo cargo y si no me cargo su cocheeee!
y mientras la gente cada vez mas arremolinada a mi alrededor mirándose entre ellos con cara de susto y echando mano al móvil...
Y POR FIN EL CRISTAL SE ROMPIÓ... y mi brazo también porque no tuve la precaución de cubrírmelo y me corté con los cristales...
Por fin pude darle al botón de desbloqueo y abrir el coche y conseguir la llave: OBJETIVO CONSEGUIDO... en cuatro horas. Llega el momento de controlar el proceso: Se ha cumplido el diagrama de flujo? NO, se ha ejecutado conforme a lo planificado, NO, se han seguido las normas de calidad? NO, que indicadores destacas? QUE LO PLANIFICADO ES UNA MIERDA QUE NO SIRVE EN FIN DE SEMANA. ¿Como has resuelto el proceso y llegado a la conslusión? IMPROVISANDO.
Y lo mejor de todo es que mientras tanto mi mujer estaba en la playa y cuando llegue ya curado de mis heridas y con la llave en la mano, me gane una bronca:
--- ¿donde te has metido?
Le cuento someramente lo acontecido y me espeta sin compasión:
¿Y POR QUE NO ME HAS LLAMADO QUE YO TENIA AQUÍ LA OTRA LLAVE?
Lo dicho, a la mierda los procesos de calidad.
La historia es mas larga y truculenta. Ya la escribiré en mis memorias, pero por ahora vale para demostrar la tesis planteada.
(*) Ya sabeis que la Administración Pública es el único nombre femenino que acepta el adjetivo "publica" sin sentirse puta.
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