La historia de un parado que se pasa el dia en el bar

Angel está parado.

Trabajaba en la construcción, cuando en la construcción  se podía trabajar y abandonó el campo  en busca de mejores  horizontes. Ahora está parado.

Angel  ya no cobra  desempleo, ni subsidios, ni PER, porque el PER ya no existe. Y se pasa el dia en el bar, o mejor dicho, en la puerta del bar, apurando uno a uno los amargos cigarrillos de la pobreza , de la ruina humana  y con la misma copa o el café  que inició a las siete de la mañana.

Angel está todo el dia en el bar con otros que como él tambien están parados y que en las noticias de primera hora de la mañana oyen con estupefaccion y rabia poco contenida como un nuevo e impresentable político catalan, en este caso  un tal "duranilleida" de nuevo lanza cortinas de humo  metiéndose con los parados andaluces  que se pasan  el dia en el bar y cobrando el PER. Olvidando la  anecdótica impropiedad de este individuo que habla de un plan de empleo rural que hace tiempo que dejo de existir, y de nuevo  ataca estratégicamente a los andaluces para disimular  los graves problemas que tiene la sociedad   catalana y sobre todo sus impresentables politicos.

A este, como a otros antes que éste se le  ha vuelto a olvidar que los "xárnegos" andaluces que en los años 60 tuvieron que emigrar a Cataluña son en realidad los que han levantado   su economía, que los hijos y nietos de aquellos andaluces que se fueron se han quedado  y hoy son los emprendedores  y trabajadores catalanes de adopción que miran con morriña hacia la tierra de sus padres, que mas de la mitad de los catalanes "puros", en realidad tienen ascendientes  andaluces, vascos, manchegos... y que incluso en un tiempo han tenido que soportar que uno de estos  inmigrantes andaluces  haya gobernado su autonomía.

Angel se pasa el dia en el bar. Si. Porque el escaso trabajo que hay , en Andalucía se busca en la puerta de los bares, donde esperas a que  los contratistas te incluyan en alguna cuadrilla para la recolección de temporada.

Angel una vez mas no ha tenido suerte y tiene que seguir cigarrillo tras cigarrillo,  esperando que venga el próximo contratista a formar una cuadrilla y piensa, apoyado en el quicio de la puerta y con la mirada perdida que  quizás los catalanes no sean asi, que  solo son sus politicos que utilizan cualquier argucia para disimular sus propias miserias y que quizás lo que deberia hacer es irse a Cataluña como un xárnego mas, a buscar un trabajo que aquí no hay.

Quizás allí  haya nas trabajo y  no  haya que estar   quemando la salud y la paciencia en la puerta del bar...
Quizás  por fin su familia  pueda vivir dignamente...
Quizás...