Qué complejo debe ser para un extranjero comprender las sutilezas semánticas del español. Tampoco es posible, ni necesario, ni siquiera oportuno ponerse a explicar lo que suele ser inexplicable, ni tampoco lo voy a intentar.
Viene esto a colación por dos cosillas que me han pasado hoy y que tienen sentido diferente, aún utilizando la misma palabra que puede desarrollar muy diversas y distintas acepciones en función del contexto en que se usa:
La palabra es "huevo" y la primera aplicación práctica es que me ha llegado la notificación de una multa que me "sale por un huevo" (mucho) y sin embargo, he oido la noticia , apuntillada por un horroroso fantoche de pregonero real, de que la Midleton y el Guille han tenido una real hija... y en este caso, "me importa un huevo".
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